Alcatraz, intentos de huida y sus presos más famosos

No es precisamente un lugar paradisíaco, como reza el nombre de este blog, pero hoy hablaremos de la isla de Alcatraz y su prisión, también conocida como «La Roca», ubicada en la bahía de San Francisco.

La isla de Alcatraz fue utiliza por primera vez como fortaleza defensiva, más tarde como prisión militar y finalmente, como una ultra segura prisión federal para todos los criminales que se encontraban en ella. Actualmente, la prisión no está en funcionamiento y la isla se ha convertido en un museo al que se puede llegar cogiendo un ferry desde el puerto de San Francisco.

Una de las frases que podrían definir esta prisión se dice en la película «Fuga de Alcatraz»: Cuando no obedeces las normas de la sociedad te mandan a prisión, cuando no obedeces las normas de prisión, te mandan a Alcatraz.

Antecedentes de la isla:

El descubrimiento de oro en California en el año 1848, llevó a la bahía de San Francisco miles de buques. Debido a la «Fiebre del oro» era necesario proteger la bahía.

En 1850, en la isla, se comenzó a construir un fuerte donde se ubicaron más de 110 cañones de largo alcance. Situado en medio del mar, con agua helada y corrientes marinas, era un lugar perfectamente aislado. Más tarde, el fuerte fue considerado por el ejército de Estados Unidos como un lugar perfecto donde llevar a los prisioneros más peligrosos de América. El primer preso llegaría a Alcatraz en el año 1861.

En agosto de 1934, Alcatraz se convirtió en una prisión federal y adquirió una nueva imagen. La base permaneció intacta pero el edificio se rediseñó completamente. El enrejado de madera se sustituyó por metal, más de 600 camáras grababan todos los rincones de la isla y todos los túneles de servicio fueron tapiados.

Se hacía un recuento de todos los presos dos veces al día y se les obligaba a ducharse con agua muy caliente, el objetivo de estas duchas era que no se acostumbraran al agua fría para poder huir a nado. Además los guardas hacían correr el falso rumor de que había tiburones en la bahía de San Francisco. A los reclusos no se les permitía leer la prensa, la única información que pudieran tener del exterior se las daban los propios trabajadores de la prisión.

El comedor de la cárcel, lugar propenso a las peleas y reyertas, fue equipado con tanques de gas lacrimógeno situados en el techo y controlados remotamente. Se construyeron torres de guardia en todo el perímetro de la isla y las puertas estaban equipadas con sensores eléctricos. Las celdas eran diminutas e individuales y el trato que recibían los reclusos era inhumano.

La introducción de las nuevas medidas de seguridad, junto a las heladas aguas que rodeaban la isla, crearon una perfecta barrera de seguridad, incluso para los criminales más implacables.

Durante los 29 años que estuvo en funcionamiento la prisión, ningún intento de huída finalizó con éxito. 34 presos en 14 intentos trataron de huir, siete murieron de disparos, dos se ahogaron, cinco desaparecieron y uno más consiguió nadar gran distancia pero fue capturado y devuelto a la prisión.

El intento más desesperado por escapar es conocido como «la batalla de Alcatraz«. Se llevó a cabo durante los días 2, 3 y 4 de mayo de 1946 y en él, murieron dos guardias y tres presos. Otros 11 guardias y un preso más resultaron heridos. Dos de los fugitivos que sobrevivieron fueron posteriormente ejecutados por su participación en la revuelta.

Únicamente Frank Morris y los hermanos Clarence y John Anglin, el 12 de junio de 1962, consiguieron salir de Alcatraz, pero nunca más se volvió a saber de ellos, aunque las teorías oficiales apuntan a que se ahogaron. Los fugitivos consiguieron excavar túneles utilizando instrumentos como cucharas del comedor de la cárcel, monedas o incluso una especie de taladradora eléctrica fabricada mediante un motor de aspiradora. Escaparon mediante un conducto de ventilación que había dejado de usarse. En sus celdas, dejaron muñecos de papel maché a los que habían equipado con pelo real de la peluquería de la prisión y así no levantar sospechas entre los guardas. En la siguiente imagen se pueden a Frank Morris y la cabeza de juguete que encontró en su celda el día después de su marcha:

Los fugitivos, trás salir de sus celdas, se subieron a un bote construido por impermeables que habían robado y ya nunca más se volvió a saber nada. Allen West, otro preso de Alcatraz, también formaba parte del grupo de los que pretendían fugarse. O bien porque no pudo abrir la rejilla de ventilación de su celda o bien por el temor a ser cogido, le llevaron a no acompañar a Frank Morris y los hermanos Anglin. West finalmente colaboró con el FBI y la investigación sobre la huida. De esta misteriosa fuga se hizo una película llamada «Escape from Alcatraz» (Fuga de Alcatraz) de 1979, protagonizada por Clint Eastwood y basada en el libro del mismo nombre de Campbell Bruce.

La prisión de Alcatraz cesó su actividad el día 21 de Marzo de 1963 debido a los altísimos costes de mantenimiento y a las reformas que necesitaba. Según se dijo, la prisión requería reparaciones que tenían un coste total de entre 3 y 5 millones de dólares.

Los presos más famosos de Alcatraz:

– Al Capone
Entró en la prisión en el año 1934. Anteriormente, el gangster cumplía condena en Atlanta, desde donde manejaba sus negocios mediante la compra de guardias, por lo que se ordenó su ingreso en Alcatraz. Aquí permaneció un período de 4 años y medio. Tenía prohibido cualquier contacto con el exterior y era vigilado estrictamente, nadie se atrevía a enfrentarse a él. Sus últimos años en la prisión los pasó en el hospital de la misma al contraer sífilis. Fue liberado el 16 de noviembre de 1939.

– George «Machine Gun» Kelly
Entre sus antecedentes se encuentran los de contrabando, secuestros y asaltos a bancos entre otros. Durante su estancia en Alcatraz, alardeaba de delitos que nunca había cometido. En 1957, después de un ataque al corazón, fue trasladado a una cárcel en tierra firme. 3 años más tarde fue puesto en libertad antes de cumplir completamente su condena. Moriría 3 meses después de un nuevo ataque al corazón.

– Robert Stroud «el pajarero de Alcatraz».
El nombre de pajarero de Alcatraz le viene por su afición a criar y vender canarios durante su aislamiento. Robert llegó a escribir dos libros sobre las enfermedades de los canarios e incluso creó algunos medicamentos veterinarios. Su vida se convirtió en el argumento del libro «El hombre de Alcatraz» escrito por Thomas E. Gaddis e incluso fue llevado a la gran pantalla en 1962 por Guy Trosper.