Podrá parecer extraño que se llegue a recomendar al Distrito Federal como un posible destino turístico a considerar, pero para quienes no vivimos en él siempre resulta ser una opción interesante por la amplísima variedad de opciones culturales y de entretenimiento que allí se pueden encontrar.

Si estás considerando darte la oportunidad de recorrer lugares emblemáticos de nuestro país, entonces debes saber que la temporada ideal para visitar y disfrutar el D.F. es paradójicamente durante las vacaciones de semana santa, pues durante este período la ciudad prácticamente se vacía, así que puedes recorrerla a placer, evitando además las aglomeraciones en los lugares que normalmente se encuentran concurridos.

Cuando vamos de vacaciones con niños, muchas veces pensamos que o se aburren ellos o nosotros, pues es difícil contemplar los gustos delos mas pequeños con los de los mas grandes, esto en México no pasa pues cuenta con un sin fin de actividades a realizar con ellos que disfrutaran todos.

Podemos visitar el Museo de los Niños, en el los niños se divierten aprendiendo sin darse cuenta ya que lo hacen jugando, como por ejemplo  algunos juegos les enseñan a conocer su cuerpo y capacidades, otros los cambios sucedidos en materia de tecnología, también se les permite dejar volar su imaginación y creatividad, otra opcion son las charlas educativas sobre calentamiento global o temas del espacio o de ecología y los grandes se entusiasman compartiendo con ellos grandes desafíos didácticos y por otro lado se pueden disfrutar películas breves y también didácticas en 3D que  hacen pasar un rato muy ameno y familiar.

El Bosque de Chapultepec, es uno de los parques de la Ciudad de México, se lo ha considerado por años uno de los parques mas atractivos y visitados por turistas de todo el mundo y de los propios Mexicanos, le debe su nombre al cerro que en el se encuentra y en cuya cima se puede apreciar el Castillo de Chapultepec, el cual fue testigo de la época prehispánica visitarlo es comenzar a  sentir un sin fin de emociones causadas por las maravillas arquitectónicas que parecen contra trozos de la historia allí vivida.