Existen ocasiones en las que el hombre, por simple accidente y en complot con la naturaleza, crea paisajes realmente impresionantes y dignos de un historia fantástica. Tal es el caso del Géiser Fly, el cual se encuentra ubicado al norte de Nevada (Rancho Fly), en los EEUU, y que se originó de una extraña forma.

Durante el año 1961 en una zona desértica un grupo de hombres debió comenzar una excavación para encontrar agua de una vez, y así salvar sus cultivos y animales. Lo que hallaron fue una gran cantidad de agua, pero se trataba de una fuente termal que alcanza los 200ºC, por lo que decidieron tapar su excavación y continuar buscando.

En el sur-oeste de los Estados Unidos, al norte de Arizona, a 240 kilómetros del Gran Cañón se encuentra el «Cañón del Antílope», que obtuvo su nombre debido a sus inusuales paredes rojas, algo parecido a la piel de un antílope. No es muy conocido en el mundo, pero la belleza y singularidad de este lugar puede impresionar incluso al viajero más experimentado.

Imagen: 1newriver – Flickr

El cañón se ha formado a los largo de cientos de miles de años por la erosión del agua. El agua de lluvia, que baja por las paredes y se mete en las grietas, van formando bellos pasillos. En este lugar no encontraremos bordes en filo o cortantes, sólo suaves transiciones de unas paredes a otras.

En una misteriosa región de los EEUU una vez existió el lecho de un lago, esta zona se convirtió en un valle impactante y que hace sentir diminuto a cualquier turista que se acerque a visitarlo, y es que lo imponente de este paisaje es su enormidad y sutileza en los detalles.

En esta zona poco a poco se fueron erosionando las rocas, producto de las constantes lluvias, e incluso la caída de nieve sobre la región , lo que terminó formando una especie cavidad de gigantescas dimensiones, y que acapara la atención de todas las miradas.