En el mundo existen cientos de Castillos de distintas épocas, pero cada uno de ellos cuenta con características que lo vuelven único e interesante, sobre todo algunos como el Castillo de Karlstejn, el cual es verdaderamente una reliquia arquitectónica que nos permitirá revivir una época inimaginable y salida de un cuento de hadas.

El Castillo de Karlstejn cuenta con un estilo gótico que lo vuelve sumamente interesante y especial, contando con una imponencia en todos sus aspectos, tanto por sus enormes cúpulas como por sus muros y el paisaje en el cual se encuentra situado.

Es una ciudad situada en Bohemia, la región occidental de la República Checa, situada entre dos ríos: el Eger y el Teplá, que es una rio de agua caliente, que supone un reclamo para los visitantes.   Esta ciudad también es conocida como Karlsbad en alemán.

Está situada a 100 kilómetros de la capital de la República Checa, Praga,  con una población de poco más de 50.000 habitantes y con una densidad de casi 900 habitantes por kilómetro cuadrado.

Karlovy Vari, recibió este nombre en honor  del emperador del Sacro Imperio Romano-germánico Carlos IV, que fue el que fundó esta ciudad en el año 1370.  El encanto principal de esta zona son las fuentes termales (13 principales y después cientos más pequeñas).