Amrisar es el nombre que recibe la ciudad santa de los sijs. Se trata de un lugar sagrado donde lo espiritual y lo místico se dan de la mano para ofrecernos un espectáculo indiscutible.

Uno de los aspectos negativos es el olor, la suciedad y el horrible tráfico, pero todo se convierte en minucias cuando nos dirigimos al Templo de Oro y al Lago de la Inmortalidad. En el año 2005 su nombre cambió a Harmandir Sahib, aunque lo cierto es que este símbolo, lo más sagrado para los sijs, sigue y seguirá llamándose Templo de Oro, al igual que para los turistas, que siguen respetando el nombre original.