Los acantilados de Moher se encuentran en el condado de Clare, en la República de Irlanda. Se elevan a 120 metros sobre el océano Atlántico y tienen una extensión de 8 kilómetros. En gaélico se llama Aillite an Mhothair, que significa «Acantilados de la ruina«.

En 1835 Sir Cornellius 0’Brein construyó lo que a día de hoy es denominado «La Torre de O’Brien«. Es una torre circular de piedra que se construyó con un propósito claro, el hacer de mirador para los turistas que acudían ya por entonces. A día de hoy se sigue utilizando, pues está situado estratégicamente en la mitad de los acantilados, y desde la torre se pueden ver tanto la Bahía de Galway como las Islas Aran o las montañas Maumturk a los lejos.

Si buscamos un sitio de fábula para disfrutar particularmente con nuestra pareja, uno de los mejores destinos que podemos escoger es un buen hotel donde se realicen actividades fuera de lo habitual y que al mismo tiempo nos ofrezca un entorno fantástico, envuelto de magia y romanticismo.

Una buena elección, por aglutinar todas estas características debe ser el Castillo de Ashford, situado en las cercanías de Cong, en Irlanda. Esta imponente arquitectura medieval ha sido construida en el siglo XIII, habiendo sido reconstruido y ampliado durante el año 1852 por Benjamin Guinness, y Arthur, su hijo, tras lo cual la familia terminó vendiéndolo en 1945.