El Gran Buda de Phuket, en Tailandia

El Gran Buda de la isla de Phuket (Phuket Big Buddha) es una atracción turística joven que, a pesar de su corta edad, cuenta con gran popularidad entre los miles de turistas que realizan un viaje a esta isla de Tailandia.

La estructura gigante tiene una altura de 45 metros y se encuentra situada en lo más alto de la montaña Nakkerd, a 400 metros sobre el nivel del mar.

La construcción del Gran Buda de Phuket no se hizo en esta montaña por casualidad. Este lugar implica un montón de historias fascinantes y llenas de emociones. Algunos lugareños creen que en tiempos antiguos, este era el refugio de la enorme serpiente de Naga (de ahí proviene el nombre de la montaña).

Otras versiones, afirman que el mismo buda llegó a este lugar una noche para meditar tranquilamente y un enorme resplandor emanó de la parte superior de la montaña, encendiendo a todos los pueblos de alrededor.

Sin duda, la paz y la espiritualidad se respira por los poros de todo visitante que se acerca a esta maravilla.

En mayo de 2002, se sentaron las bases de la estructura y su construcción, gracias a donaciones anónimas y a contribuciones de la familia real, se llevó a cabo durante 6 años, aunque a día de hoy se sigue trabajando activamente en constantes mejoras.

La gran estatua está hecha en mármol blanco y por la noche parece como si un gigante enorme vigilase la isla de Phuket, protegiendo del peligro al territorio confiado a él y a todos sus habitantes.

Los turistas que visiten este lugar y quieran dejar su firma con el graffiti «Yo estuve aquí», no tendrá que romper las armonía de esta obra maestra. Especialmente para estos casos, los monjes ofrecen un servicio específico: en el camino hacia la estatua se pueden comprar baldosas de mármol en las que serán grabados los nombres de quienes se quiera.

Las inscripciones pueden ir desde declaraciones de amor hasta deseos de bondad para todos los que nos rodean. Estas baldosas se colocarán posteriormente alrededor de la estatua.

Finalmente es conveniente apuntar que, a la entrada del templo, a los turistas que vistan inapropiadamente, se les invitará a alquilar un sarong (una prenda larga típica de la zona) para poder acceder a su interior.