Nombre como Masai Mara o Parque Serengeti seguramente evocarán a muchos ciudadanos enormes sabanas y animales salvajes, pero sólo algunos de ellos darán el paso de conocer estos lugares por sí mismos.

Kenia es un país donde el turismo de aventura y los safaris han proliferado enormemente durante los últimos decenios. En Kenia se hallan algunas de las reservas faunísticas más importantes de todo el planeta. Kenia comparte con Tanzania el Parque Serengeti, en el que coexisten rinocerontes, elefantes, leones, búfalos y otras muchas especias cuya observación por los viajeros les hará caer en la cuenta de qué diferente es la vida de los animales en los zoos a la de los que viven en la naturaleza salvaje. En Kenia, el parque Tsavo combina algo de ambos, si bien se puede decir que en este lugar los animales viven en su casa.

Viajar a Italia en uno de tantos vuelos o cruceros que se ofrecen en la Red, significará viajar a uno de los países donde se gestó la actual civilización. Después de Grecia, los romanos imperaron durante siglos en Europa y buena parte del mundo, desarrollando un arte y cultura urbanística de la que hoy, los nativos y los turistas que se deciden a viajar a Italia, son testigos.

Su capital Roma es un núcleo primordial dentro de las rutas turísticas establecidas en el país transalpino. Viajar a Italia, y más concretamente a Roma, nos llevará a conocer su Coliseo, un anfiteatro icono para el país y para Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad y una de las Nuevas 7 maravillas del Mundo. Cuando el Coliseo no era visitado por los turistas, sino por los gladiadores, el público y los nobles patricios, cuando Viajar a Italia significaba algo más que unas horas de cómodo vuelo, a la civilización romana le quedaba todavía mucho por construir. Los miles de museos distribuidos a lo largo del país acogen las reliquias que, de otra manera, los ladrones y las inclemencias del tiempo hubieran destrozado. No todas las ciudades o pueblos de Italia tienen la suerte de Roma o su antigua capital, Florencia.

Hace tres siglos Bangkok, llamada la Ciudad de los Ángeles, no era sino una pequeña aldea con una humilde pero creciente actividad comercial junto al río Chao Phraya. Desde entonces, la capital de Tailandia se ha convertido en una urbe colosal. Viajar a Tailandia a veces sólo tiene el sentido de encontrarse con su hirviente actividad humana y cultural. La moda, el arte, los espectáculos, encuentran en Bangkok una suerte de New York en el Lejano Oriente. Y es al viajar a Tailandia cuando experimentamos uno de los contrastes más radicales que pueden hallarse en un país. Es en Tailandia donde los rascacielos, el asfalto y la tecnología se combinan con una tradición folklórica que hunde sus raíces en el pasado. Festivales como el de las sombrillas de Bo Sang o la Fiesta del Florecimiento de los Girasoles, bridan a los visitantes motivos más que suficientes para obviar muchedumbres y aglomeraciones y alimentarse de la milenaria cultura del país.

Rodas es de las islas griegas más alejadas de Occidente y un destino donde los amantes de la historia y la arqueología disfrutarán como en pocos lugares del planeta. Rodas se extiende más allá de las más populares islas griegas, las Cícladas, frente a la costa meridional de Turquía. La isla es atravesada por una cadena montañosa cuyo pico más elevado, el Ataviros, se impone en la lejanía desde su más de 1200 m de altura. El Coloso de Rodas es hoy una leyenda para el recuerdo, pero 2500 años atrás formaba parte del paisaje habitual de una de las más bellas islas griegas.

Viajar a España significa conocer un país con una tradición cultural y una antigüedad como pocos en Europa. Sin embargo, Viajar a España es para muchos turistas viajar a sus playas. A Levante, por ejemplo, donde tantos europeos encuentran una segunda residencia “sin quererlo”, dada la impresionante oferta hotelera y de servicios. Para muchos jubilados europeos, viajar a España significa instalarse por grandes temporadas en alguno de sus apartamentos u hoteles de la costa y beneficiarse de la benignidad de su clima y del agua de sus mares.