Si buscamos un sitio de fábula para disfrutar particularmente con nuestra pareja, uno de los mejores destinos que podemos escoger es un buen hotel donde se realicen actividades fuera de lo habitual y que al mismo tiempo nos ofrezca un entorno fantástico, envuelto de magia y romanticismo.

Una buena elección, por aglutinar todas estas características debe ser el Castillo de Ashford, situado en las cercanías de Cong, en Irlanda. Esta imponente arquitectura medieval ha sido construida en el siglo XIII, habiendo sido reconstruido y ampliado durante el año 1852 por Benjamin Guinness, y Arthur, su hijo, tras lo cual la familia terminó vendiéndolo en 1945.